Cuando leo a mi hija...me vuelvo joven.
Acéptame.
Acepto lo que quieras darme
Humilde ante tu sonrisa frágil,
Con la esperanza enredada en cada paso…
Porque al herirte me hiero.
Hasta lo profundo de mi cuerpo
Llevaré el amor que te profeso.
La plegaria de perdón a tu presencia
De rodillas sube hasta mis labios.
Endulza tu corazón… olvida mis acciones,
Descubre que me adoras aunque la ira te cubra.
Suplico tu clemencia
Pues el privarme de tus ojos
Apagaría la luz del cielo a diario.
Siento tus dedos recorriendo mi rostro
En cada milagro de la luna.
Tus manos son mi tesoro
Tu aliento mi sed de amar
Si me aceptas un poema, una flor…
De la mirada a un beso sólo cabrá tu perdón.
1 comentario:
muy tierno,,saludos
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